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Una investigación de la Asociación Estadounidense del Corazón sugiere que si las personas siguen cinco hábitos de vida saludables pueden llegar a vivir más años. Se comprobó que en el caso de las mujeres, más de 14 años, y en el caso de los hombres, 12.
El estudio, publicado en la revista Circulation, recomienda seguir cinco hábitos: no fumar nunca, mantener un índice de masa corporal sano, realizar ejercicio moderado, no beber mucho alcohol y tener una dieta saludable.
Según la investigación, aquellos individuos que siguieron estas cinco prácticas a los 50 años vivieron un promedio de 14 años más, en el caso de las mujeres, y 12,2 años más en el de los hombres, en comparación con los que no siguieron estas sugerencias.
«La prioridad de este estudio es el cuidado de la salud, el empoderamiento y autocontrol de los pacientes para ayudarlos a tener un estilo de vida determinado, ya que el futuro de la medicina es el tratamiento de enfermedades que aparecen por el desarreglo del estilo de vida«, dijo el doctor Gabriel Lapman (MN 119066), cardiólogo y nefrólogo del Sanatorio Modelo de Caseros, en diálogo con Infobae.
Los resultados
En concreto, los que siguieron estos hábitos tuvieron un 74% menos de probabilidades de morir durante el período de seguimiento, un 82% menos probabilidades de morir de enfermedades cardiovasculares, y un 65% menos probabilidades de morir de cáncer.
«Las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares son las principales patologías causantes de muerte prematura: producen un fallecimiento cada 15 minutos en la Argentina. Según el nuevo trabajo, la prevención sería clave para disminuir las muertes por este tipo de causas», describió el médico.
«Cuantificar la asociación entre los factores del estilo de vida saludable y la mayor esperanza de vida es importante no solo para los cambios de comportamiento individuales, sino también para los comunicadores de salud y los responsables políticos», dijo el autor principal Frank Hu, médico del Departamento de Nutrición en Harvard en Boston (MA).
Los investigadores creen que la mejora de la esperanza de vida sería aún mayor sin la prevalencia generalizada de la obesidad, un conocido factor de riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y muerte prematura.
Para el investigador, «es fundamental» poner en primer lugar la prevención a través de modificaciones de la dieta y el estilo de vida, que aseguró «tiene enormes beneficios en términos de reducir la aparición de enfermedades crónicas, mejorar la esperanza de vida y reducir los costos de atención médica».
Cómo realizaron el estudio
Para realizar el informe, analizaron el vínculo entre los cinco factores de estilo de vida y muerte prematura utilizando datos del Estudio Nacional de Salud de Enfermeras y el Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud, que incluyen a más de 122.000 personas.
Los investigadores también usaron estadísticas de las Encuestas Nacionales de Examen de Salud y Nutrición, con datos de más de 2.000 personas entre 50 y 80 años, para estimar la distribución de esos factores de estilo de vida entre los adultos en Estados Unidos.
«Argentina se está quedando muy atrás en los cambios de estilo de vida. De hecho, la obesidad infantil está creciendo de manera alarmante y la esperanza de vida, a pesar de los avances tecnológicos, se mantiene en 76,6 años, es decir, niveles muy inferiores a países desarrollados como Canadá -con 82,4- y Japón, el país más longevo tanto en hombres como en mujeres», comentó Lapman.
Según los investigadores, el estilo de vida saludable sería primordial para alargar la esperanza de vida.
«Es importante brindar a los pacientes una medicina de estilo de vida, es decir, apostar a que mejoren su calidad de vida con estos actos cotidianos que pueden sin duda prevenir muchas enfermedades», concluyó Lapman.
