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Por Liliana Ibañez
Durante muchos años me dediqué a “nutrir” mi mundo exterior, así realice dos carreras universitarias y varios posgrados, estudié idiomas, cursos, especializaciones. Hace un tiempo por diversos motivos, la vida me llevo a empezar a descubrir mi mundo interior, y con ello a escucharlo, atenderlo y “alimentarlo”.
Fue en ese momento cuando decidí estudiar coaching ontológico, lo que me permitió tomar contacto con mi ser, y luego a través del health coaching conocer y respetar mi cuerpo, los alimentos, la naturaleza y el entorno que habito. Con esta mirada más amplia y profunda, entendí el valor de los vínculos en la vida, primero por que somos seres vinculares, es decir que nos descubrimos a nosotros mismos en función de la relación que tenemos con los demás, por ello, no puedo saber si soy agradecida si no tengo alguien a quien manifestárselo o que me genere ese sentimiento de gratitud.
Las relaciones honestas y abiertas alimentan el alma y hacen que los alimentos que consumimos se conviertan en una fuente secundaria de energía.
Las relaciones que tenemos con quienes nos rodean, hablan de los distintos aspectos de nosotros, de quienes somos, de cómo construimos nuestra imagen externa frente a los demás, y por ende, de cómo esta construida nuestra identidad en el mundo exterior.
Te invito a que reflexionemos sobre tu identidad en el mundo:
¿cómo podrias definir tus vínculos actuales?
¿qué sentis que reflejan de vos?
¿hay algo que te gustaría cambiar?
¿estas “nutriendo” y “nutriéndote” por este aspecto de tu vida?
Liliana Ibañez
Health Coach
Creadora de Consentido
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