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Muchas emprendedoras, a pesar de la pandemia del Covid-19, buscan la manera de seguir generando ingresos por medio de la tecnología y la imaginación.
Ecosistema disfuncional
El ecosistema laboral podríamos calificarlo como disfuncional ya que, habiéndose visto obligadas algunas industrias a cerrar, han coartado el trabajo otras. Los profesionales independientes, emprendedores y pequeños comerciantes, salvo algunas raras excepciones, se encuentran profundamente perjudicados, ya que todos coinciden en que “si no trabajan, no generan ingresos”. Algunos tuvieron la habilidad de reinventarse pero no hay quien niegue que la pandemia lo afectó. A pesar de todo, la inventiva de los argentinos, reconocida en todo el mundo en tiempos de crisis, y las facilidades de las nuevas tecnologías, potencian la imaginación y el arte de “adaptarse mejor a su entorno”.
“El Coronavirus te obliga a reinventarte sin importar el rubro, pero en los eventos sociales principalmente. Nosotras teníamos eventos programados para fines de marzo y tuvimos que cancelarlos de manera íntegra. De repente estaba todo cancelado y la información cambiando día a día. Lo primero que modificamos fue el soporte de las reuniones, comenzando a utilizar herramientas para videoconferencias con clientes y proveedores. El reinventarse en un rubro como el nuestro tiene cierto límite porque dependemos de múltiples actores que trabajan con nosotros como: catering, salones, DJ y tantos otros,” afirmó María Agustina Lambardi, socia de Varieté Eventos, una empresa dedicada al wedding planning y eventos sociales, quien junto a su socia buscaron renacer frente a la pandemia.
Seguramente las empresas que estén íntimamente ligadas a servicios que convocan multitudes serán de las más afectadas a largo plazo, ya que el Gobierno planea una vez levantada la cuarentena extender las medidas de prevención por tiempo indefinido. Por otro lado, las personas más conscientes del peligro, extremarán las medidas de cuidados que han llegado para cambiar nuestra vida cotidiana, quizás, para siempre.
Cruz Landaburo, una de las más requeridas peinadoras y maquilladoras de novias que cuenta con casi 30 mil seguidores en Instagram, armó de su nombre una empresa unipersonal que también da conferencias y cursos por todo el mundo. La creadora de CRUZ Make Uptambién fue de las personas que buscó reinventarse frente a esta pandemia que obligó a cancelar todos los eventos: “Incursioné en hacer vivos en Instagram, y también aproveché que estoy compartiendo la cuarentena con una colega, para hacer una alianza ofreciendo clases online. Fue todo un desafío, porque trasmitir tu conocimiento a través de una pantalla era algo a lo que no estaba acostumbrada, y la verdad ahora que está todo aceitado funciona súper bien. Aprendí y adopté nuevos medios de pago. Además, muevo mucho las redes sociales porque eso suma valor a mi marca. Yo encontré el modo de trabajar con beneficios no solamente económicos sino de salud mental, sentirme productiva me hace bien.”
Salir de la zona de confort
A pesar del desafío que representa reinventarse y salir de nuestra zona de confort, toda crisis se puede transformar en una oportunidad. Muchas veces no estamos viendo las posibilidades por estar tan metidos en la vorágine diaria del trabajo pero a menudo las oportunidades de generar nuevos negocios están frente a nosotros mismos y listas para ser explotadas.
Cambiar de ámbito de trabajo y usar la pantalla como único medio, obliga a preguntarnos si el modo virtual transformó el trabajo para siempre. Para los profesionales independientes esta coyuntura es la posibilidad de expandir los alcances de sus servicios.
Yanina López, bailarina profesional y profesora de danza y ritmos latinos cree que: “Esta nueva forma de trabajo llegó para quedarse, pero convivirá con el trabajo presencial. Es decir ambas dos, vía videoconferencia y presencial se van a complementar en la educación. En mi profesión este modelo es una oportunidad para aquellos alumnos que viven en otras provincias y que antes tenían que viajar a Buenos Aires para tomar una clase. Creo que representa una alternativa desde ese lugar.”
Las tres profesionales coincidieron en que si bien, por el tipo de trabajo que realizan, el contacto físico y visual es necesario, los programas de videoconferencia que hasta el momento no estaban siendo tenidos en cuenta, representan una oportunidad de abrir puertas a nuevos negocios y clientes, eliminando fronteras y distancias características del modo presencial.
Por su lado, Lambardi aseguró: “Nosotras trabajamos en el rubro social y el cara a cara nunca va a morir, porque nosotras como servicio ofrecemos ser tus ojos y oídos, y yo como cliente no contrataría a nadie que no conozco. Pero sí creo que las videoconferencias son muy útiles para unas primeras reuniones e ir filtrando. Además facilita la coordinación de horarios para conversar porque tenemos la novia, el novio, a veces familia o amigos, y Varieté. Si vos vas a ser mis ojos y oídos te quiero conocer. Pero para un primer filtro, es útil y llegó para quedarse.”
Todas creen que esto no será algo breve y menos para el mundo de los eventos sociales o la educación de actividades recreativas, pero será de estas personas el mundo que viene, porque los cambios de hábito que llevan décadas en arraigarse en un sociedad, se producen de un día para el otro cuando una pandemia nos da un cimbronazo y nos vemos obligados a generar nuevas conductas. Habrá muchos cambios en la forma de comunicarnos, saludarnos y visitarnos y tendremos que volver a movernos y reeducarnos como sociedad, adaptándonos a este nuevo entorno, que no es ni mejor ni peor, simplemente distinto y con nuevas reglas que todos debemos aprender para sobrevivir.
Fuente: Ámbito
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