Sé que estas viviendo momentos desafiantes, porque vivimos una situación inédita para la humanidad, rodeados de incertidumbre las 24 horas, los 7 días de la semana, atravesando miedos y mucha inestabilidad emocional. Como consecuencia de eso, nuestra vida está en permanente cambio, y no sabemos lo que nos va a pasar mañana.

Lo bueno es que aprendimos a la fuerza a proyectar menos y sentir más, en tiempo récord y “sin escalas”.

Yo creo profundamente que las dificultades son grandes maestrías que nos tocan vivir si podemos aprovecharlas y salir del lugar de victimización (¿por qué a mi?) o la queja constante (“siempre me pasa todo a mi”, “vos por que no vivís todo lo que vivo yo”), si tenemos la capacidad de salir de esos lugares te aseguro que sólo nos queda nuestra niña interior dispuesta a aprender la lección.