[vc_row][vc_column][vc_column_text]

esde una abogada que se animó a dedicarse al mundo gastronómico a la hija de un mecánico que empezó a educar a otras mujeres a través de las redes sociales en todo lo relacionado al auto. La jornada de Mujeres Líderes dio lugar a seis emprendedoras que, con distintos orígenes, historias y profesiones, se animaron a apostar al negocio propio.

«Vengo de una familia de abuelos, padre y tíos mecánicos, algo que no era para la mujer», contó Alejandra Hartman, fundadora de Lady Fierros. Hartman se recibió de licenciada en Comercialización, trabajó en la Argentina y en Estados Unidos, pero reconoció que «había algo del gen que estaba dando vueltas». Se refería al hecho de haber nacido en una familia de mecánicos, abuelo, padre y tíos con algo en común: todos hombres. «Al momento de ver qué iba a pasar con el negocio de mi papá comencé a investigar qué pasaba con la industria automotriz y la mujer», explicó
Hartman, y contó que de los 12 millones de autos que circulan en la Argentina, solo el 25% son manejados por mujeres. «Arrancamos atrás en el empoderamiento de animarnos a salir a manejar», argumentó, y agregó que, de las mujeres que tienen auto propio, solo la mitad se anima a ir al mecánico por miedo a que les mientan y solo el
30% sabe cambiar un neumático.

Este contexto hizo que ella misma creara Lady Fierros, una comunidad online que ya tiene 250.000 seguidores entre sus páginas de Facebook e Instagram. En ellas, Hartman habla de mecánica directamente a las mujeres. En esa línea, contó que el 80% de las mujeres argentinas quiere que haya una mujer en los talleres para que la atienda y le dé credibilidad. Por eso, a futuro sueña con poder abrir la cadena Lady Fierros.

Así como Hartman les enseña a las mujeres cómo arreglar y mantener su auto, Bernardita Siutti hace lo mismo con los arreglos de la casa. Madre de tres hijas, trabajó toda su vida, pasó por el mundo corporativo y hasta vendió ropa importada y estampó remeras. En paralelo, ella misma remodeló su casa. «Estaba detonada», reconoció. En ese proceso, empezó a compartir en las redes todo lo que iba logrando y se convirtió en Mami Albañil y tiene 147.000 seguidores solo en Instagram.

En la cuenta, la emprendedora da tips y consejos de albañilería, un oficio directamente ligado a lo masculino. «Empecé haciendo arreglos en mi casa y a mostrarlo en las edes», dijo Siutti, quien, a futuro, sueña con tener un camión y recorrer el país arreglando cosas a modo de fundación rodante.

Otra de las historias que formaron parte de la cuarta edición de Mujeres Líderes fue la de Brenda Haines,  emprendedora que vivió un fracaso laboral e hizo un clic. «Quería hacer algo nuevo, pero no quería inventar nada, quería hacer algo que yo supiera hacer: ordenar», contó. Así fue como ideó Tu Espacio Organizado, firma que se ocupa
de reorganizar espacios, desde hogares hasta oficinas.

A pedido de José Del Rio, secretario general de Redacción de LA NACION, quien moderó las entrevistas con las emprendedoras, Haines dio tres tips de orden: «Nunca hay que dejar objetos en tránsito, volver cada cosa a su lugar no es ningún misterio y traten de ser menos sentimentales y culposas, hay que descartar un poco más».
Valeria Pasmanter vivió en el exterior y, como les sucede a muchas jóvenes tanto en la Argentina como en el mundo, tuvo que buscar una habitación para vivir y la estafaron.

A su regreso al país, creó Spare Rooms, una plataforma de alquiler de cuartos para estadías de mediano y largo plazo con un diferencial: las proveedoras de las habitaciones son mujeres mayores. «Son señoras que tienen habitaciones vacías en casas grandes», contó, y aclaró que, en muchos casos, se trata de mujeres que viven el efecto «nido vacío» y que ven en la propuesta una oportunidad de negocio.

Al momento, la firma ya trabaja con 400 personas mayores. «Lo más difícil de emprender es convencer a la gente de tu idea. Y también son las barreras que uno se pone, en general de no poder, pero yo creo en que, si una tiene confianza, lo puede hacer», reflexionó.

Otra de las emprendedoras que dijo presente fue Jessica Lekerman, conocida en el ecosistema emprendedor por ser la fundadora de la cadena de restaurantes Möoi.

Lekerman es abogada financiera apasionada del mundo gastronómico y la comida saludable. En los comienzos, tuvo socios hombres que apostaron a su proyecto. «No toda la inversión inicial fue mía, ellos confiaron en mi idea, aunque en el momento no entendieron absolutamente nada de lo que les dije», bromeó, y aclaró que hablar de Möoi con el diario del lunes «es más fácil», pero que en ese momento era difícil visualizar un concepto y una experiencia que no existía en la Argentina.

Por último, llegó el turno de Victoria Pérez Zabala, de Amargo Bombillas, un emprendimiento que fabrica bombillas personalizadas. «Tratamos de transmitir alegría a través de una comunicación genuina y divertida en las redes, y, al mismo tiempo, agregar valor», destacó Pérez Zabala, quien vivió gran parte de su vida profesional en Dubai, donde trabajaba para la marca de lujo Cartier. «Me empecé a preguntar cómo sería volver, hasta que dije ‘vuelvo’… y acá estoy. Ha sido toda una experiencia, pero no me quería quedar solo con el deseo», concluyó la emprendedora.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/emprendedoras-la-historia-de-seis-mujeres-que-dejaron-todo-y-se-animaron-a-empezar-su-propio-negocio-nid2199261